Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría no podrá morir nunca.
Yo lo veo muy claro en mi noche completa. Me costó muchos siglos de muerte poder comprenderlo
¿dónde están los besos que me debes? En cualquier esquina, cansados de vivir en tu boquita siempre a la deriva
cansado de buscar un trocito de
cielo
bajé al infierno a ver cómo se
cuecen tus besos
me regalo una herida, cierra de noche....
abre de dia